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EL JABALÍ

Glosario
Los Suidos - El Jabalí Sus scrofa - Jabalí verrugoso Sus verrucosus - Jabalí barbudo Sus barbatus- Jabalíes de Filipinas Sus philippensis y Sus cebifrons - Jabalí de Célebes Sus celebensis

LOS SUIDOS
El jabalí es un mamífero terrestre de tamaño medio del orden de los Artiodáctilos, y del suborden Suiformes.
Dentro de este suborden, los taxonomistas distinguen dos familias: la de los Suidos, que es la que aquí interesa porque a ella pertenece el jabalí (el nombre de la familia toma el género tipo Sus), y la de los Tayasuidos, que comprende a los pécaris americanos, de un aspecto similar al de los cerdos y jabalíes, pero más pequeños y con algunos caracteres diferentes.

La familia de los Suidos comprende animales de cuerpo macizo, piel espesa y resistente, pelos o cerdas duros y rígidos, patas cortas, cabeza grande, hocico puntiagudo, ojos pequeños. Se caracterizan por sus caninos de crecimiento continuo.
A diferencia de los demás artiodáctilos, los suidos no rumian; su estómago no tiene la complejidad de los rumiantes.

A la familia de los Suidos pertenecen varios géneros, de entre los cuales destaca por su importancia el género Sus.


Sus
A este género pertenece el jabalí Sus scrofa, con varias subespecies y antepasado salvaje de nuestro cerdo doméstico (S. scrofa domesticus).
Sus scrofa, el jabalí
(P.N. de Collserola)

Al género Sus también pertenecen ciertas especies asiáticas: el jabalí verrugoso (Sus verrucosus) y el jabalí barbudo (Sus barbatus), ambos muy amenazados en la Naturaleza, y varias más. El género Sus comprende especies clasificables en dos grupos: el grupo de "los NO verrugosos" (a este grupo pertenece en verdad únicamente Sus scrofa, con todas sus variedades, si bien algunas de ellas son susceptibles de elevarse al rango de especie: así, por ejemplo, Sus cristatus, el jabalí indio, en lugar de Sus scrofa cristatus) y el grupo de "los verrugosos" (todas las demás).
Más abajo se describen las especies verrugosas del género Sus.

Porcula
Género monotípico propuesto para el jabalí enano, Sus salvanius (sería renombrado como Porcula salvania). Se trata del suido más gravemente amenazado; se le encuentra sólo en Bután, norte de Nepal e India septentrional. Es también el suido más pequeño del mundo.

Potamochoerus
A este género pertenece el "cerdo rojo" (llamado así por su pelaje rojizo, cuando está limpio) o potamoquero, difundido por las selvas de África, generalmente cerca del agua; a este género también pertenece P. larvatus, el "bushpig" o cerdo de monte, igualmente de distribución africana.

Hylochoerus
El género, endémico de África, contiene uno de los más formidables suidos: el hilocero o hilóquero, Hylochoerus meinertzhageni, conocido como "jabalí (o cerdo) gigante de la selva", de un peso de hasta 275 kg, poderoso habitante de los bosques de África central. En verdad se le conocen tres subespecies, y sólo la nominal es la realmente gigante pues las otras dos no superan nunca los 150 kg de peso corporal.

Phacochoerus
Con dos especies de facoceros o facoqueros (P. africanus, el más extendido, y P. aethiopicus, facoquero oriental), que, a diferencia del resto de los suidos, muestran preferencia por los espacios abiertos (sabanas de África).
Facoquero fotografiado en la sabana de Kenia

Babyrousa
La babirusa es un pariente del jabalí que habita los lugares húmedos de las junglas más densas de algunas islas del Sudeste asiático; en vías de extinción.


FICHA TÉCNICA DEL JABALÍ
Sus scrofa
(Linnaeus, 1758)
El jabalí es un animal fuerte y potente, dotado de un cuerpo macizo cuyo peso se concentra principalmente en el tercio anterior (un poco como pasa en el bisonte americano).
Ejemplar lustroso de jabalí

Tamaño: el jabalí de Europa Occidental mide 1,5-1,6 metros de longitud, desde el extremo del morro (disco de la jeta) hasta la base de la cola, y 90-95 cm de altura a nivel de cruz.
El jabalí pesa a los seis meses de vida unos 22 kg, y 46 a los doce meses; a partir de ese momento empieza la diferenciación sexual ya que los machos engordan con mayor rapidez. Existen sin embargo importantes variaciones individuales.
Por el macizo montañoso del Montseny, en Barcelona, se ha hecho un estudio del tamaño y peso de los jabalíes, cuyos valores pueden cogerse como media para los ejemplares ibéricos; estos valores son 133-148 cm de longitud los machos, 118-137 cm las hembras, altura en cruz 72-85,5 cm los machos, y 71-73 cm las hembras, con pesos de 60-118 kg en machos y 40-65 kg en hembras.
Récords de peso: España 160 kg (los populares "vakamulos" de Galicia), Polonia 296 kg, Rusia 396 kg.

Pelo: muy poblado en invierno (los pelos de cobertura o cerdas son más largas en esa época del año), y en cambio corto en verano. Presencia de una capa inferior de pelos cortos y rizados con aspecto lanoso llamada "borra" que funciona como aislante térmico, protegiendo al jabalí del frío. Los jabalíes de la subespecie Sus scrofa baeticus, del sur de la Península Ibérica, carecen de ella.
Color: la coloración es variable dependiendo de factores como la edad y la época (oscuro en invierno, gris claro en verano).
En la imagen de arriba, hembra de jabalí fotografiada en invierno en la sierra de Collserola, obsérvese el pelo largo y oscuro
En cambio este ejemplar presenta pelo corto y de color gris claro (salvo las patas que son más oscuras): la foto la hice en agosto.

La muda se produce en primavera, y el jabalí se desprende de las largas cerdas quedándole el pelaje corto. Tras la muda, el jabalí se ve más esbelto, muy diferente a aquella impresionante bestia que era en invierno cuando lucía su espeso vellón.
Las cerdas le volverán a crecer en otoño.
El jabalí limpia su pelaje revolcándose en el barro y frotándose en árboles.

Cabeza: grande y alargada, no articulada.
El morro del jabalí se llama jeta, y termina en en un extremo redondo, en forma de disco, en el cual desembocan las narinas; este disco es característica de todos los suidos.

Ojos: muy pequeños, y con mala visión. La vista es el último de los sentidos para el jabalí, sin embargo detecta bastante bien el movimiento.

Oído: muy desarrollado, capaz de captar sonidos imperceptibles para los humanos

Olfato: excelente sentido del olfato que le permite detectar alimento bajo tierra o enemigos a 100 metros de distancia

Colmillos: más desarrollados en el macho que en la hembra

Cuello: grueso y corto; las vértebras cervicales del animal son cortas, lo que resta flexibilidad y movilidad al cuello

Patas: muy cortas, generalmente de color más oscuro que que el resto del cuerpo; le permiten al animal una gran movilidad.

Cola: de unos 20 cm de longitud, terminada en un penacho de pelos (el llamado "penacho terminal" que aparece después del primer año de edad)

Gestación: época de celo desde noviembre a principios de diciembre, gestación de cuatro meses, una sola camada por año con 4-12 crías, lactancia 2-3 meses

Alimentación: omnívora, aunque muestra preferencia por los vegetales, pero tambien puede consumir pequeños vertebrados como reptiles.
Le encantan las hojas, bayas, nueces, setas, bellotas, hayucos, tubérculos, bulbos frescos y toda suerte de frutos.

Hábitat: terrenos cubiertos de vegetación, siempre próximos al agua. Le encantan los encinares y macizos de árboles caducifolios o mixtos, con presencia de sotobosque.

EL ÉXITO DEL JABALÍ COMO ESPECIE
Su gran capacidad adaptativa explica su éxito como especie.
La capacidad adaptativa del jabalí tiene como punta de lanza una actividad organizada en grupos liderados por las hembras más expertas; son por ello grupos matriarcales compuestos exclusivamene por hembras y jóvenes, sin machos adultos; los machos se comportan de forma solitaria, sobre todo cuando envejecen (el "macareno" es el macho viejo, que ocasionalmente puede ir acompañado de otro más joven: el "escudero").
En el seno de estos grupos matriarcales los jóvenes rayones aprenden pronto, llegando a saber enseguida cuando se producen situaciones de peligro. Cuando la hembra líder percibe un peligro, da la alarma y rápidamente el grupo huye. Además el concepto de grupo así estructurado implica colaboración y cooperación, con los beneficios que ello comporta.
Otra clave del éxito del jabalí radica en su capacidad reproductora. Las hembras crían cada año, y la pubertad la consiguen con menos de un año de edad, cuando ya pesan unos 30 kg. Los jabalíes son muy prolíficos, la media en la Península está en cuatro crías por gestación, y puede superarse si encuentran mucho alimento. Esto último es importante porque cuanto más come la hembra, más engorda, y mayor tasa de natalidad (al menos así se observó en un estudio llevado a cabo para la población de jabalíes en la comarca catalana del Alt Empordà). Si bien es verdad que también la mortalidad de las crías es alta, que más de la mitad de los animales no supera los dos años.

La capacidad adaptativa innegable que tiene el jabalí, unida a diversos factores, ha determinado en los últimos tiempos una importante expansión del animal.
La explosión demográfica del jabalí se ha dado no sólo en extensas zonas de España y Cataluña, sino también en muchas partes de Europa. Ha recolonizado muchos lugares en donde estaba desaparecido, y se ha detectado en otros donde era desconocido. Cada vez se deja ver por latitudes más septentrionales, probablemente por el calentamiento global que favorece su expansión hacia el norte.
La expansión del jabalí se debe a múltiples causas en las que influyen tres importantes factores: los cambios del uso del suelo, el comportamiento humano y la propia biología del animal.
En el caso particular de Cataluña, el primer factor es el abandono de la agricultura y de actividades tradicioneales de pastoreo, y consecuente aumento de las zonas forestales que dan más espacio al bosque y a aquello que vive en él. La ausencia de depredadores, juntamente con factores humanos (el hombre favorece la sobrealimentación del jabalí al darle facilidades para obtener comida en las periferias de las ciudades, sea en contenedores de residuos o al serle entregada por los ciudadanos) son las otras causas que, al menos en la Comunidad catalana, han determinado finalmente esa expansión del jabalí, tanto a nivel demográfico como también geográfico.
Un jabalí fotografiado en los bosques de la Sierra de Collserola, donde la densidad de estos animales es notable.

LOS JABALIS VERRUGOSOS DEL GÉNERO SUS
Nuestro conocido jabalí euroasiático es el único representante del género Sus que carece de verrugas faciales. Los machos de las demás especies del género, en contraste, presentan en la cara verrugas, y a veces también las hembras, aunque en ellas bastante menos desarrolladas.

Jabalí verrugoso de Java (Sus verrucosus)
En esta especie solamente el macho presenta verrugas, la hembra carece de ellas.
El jabalí verrugoso de Java es una especie de suido difundido no solamente en la isla de Java, sino también en la isla de Bawean, y antes también en Madura.
Su apariencia externa es similar a la del jabalí euroasiático,Sus scrofa, pero con tres pares de verrugas faciales: un par debajo de los diminutos ojos, otro debajo de las orejas, y el tercero (verrugas más grandes) en el ángulo de la mandíbula. Estas notables protuberancias lo distinguen de la subespecie Sus scrofa vittatus, el "jabalí de Indonesia", que también vive en los bosques de Java, y con el cual en ocasiones se confunde aunque su tamaño sea significativamente menor que el de Sus verrucosus. El jabalí verrugoso, además, presenta un contraste en la coloración de su pelaje entre la capa superior (más oscura) y la zona ventral (amarillenta o blanquecina) que no se observa en Sus scrofa vittatus.
Existen dos subespecies de Sus verrucosus: la subespecie nominal (S. v. verrucosus), en Java y Madura, que es de mayor tamaño, y la subespecie S. v. blouchi, en isla Bawean.
El jabalí verrugoso de Java es persiguido frecuentemente por algunos lugareños por las incursiones nocturnas que ocasionalmente lleva a cabo en las áreas de cultivo para alimentarse.
El leopardo es probablemente su único depredador, tras la extinción del tigre de Java.

Jabalí barbudo (Su barbatus)
El jabalí barbudo vive en los bosques de Malasia, Sumatra y Borneo. Lo mismo que el jabalí verrugoso de Java visto antes, se le considera especie vulnerable por la degradación de su hábitat.
El jabalí barbudo Sus barbatus es un suido de gran tamaño, con una longitud cabeza-cuerpo de 120 a 150 cm, altura 90 cm, que habitualmente pesa unos 120 kg (machos adultos) pero que en condiciones favorables, de abundante alimentación, puede alcanzar los 200 kg de peso corporal.
La barba distintiva es común en ambos sexos, si bien en el macho está más pronunciada, y está formado por cerdas de color gris y textura áspera que sobresalen de la mandíbula.
Se trata de un jabalí que lleva a cabo movimientos migratorios, al menos los que habitan la isla de Borneo, tanto estacionales (sigue las estaciones de fructificación de los árboles alimenticios preferidos), como desplazamientos diarios entre zonas costeras y montaña, y viceversa. Incluso varios autores han informado que los jabalíes barbudos cruzan barreras marinas nadando, por ejemplo el brazo de mar que separa Malasia de Singapur.
Los jabalíes barbudos suelen ser considerados por los lugareños como plaga agrícola debido a las incursiones que realizan en las zonas de cultivo, particularmente en los cocoteros. Sin embargo, lo mismo también que otros muchos jabalíes, Sus barbatus cumple una importante función positiva como eficaz agente dispersador de semillas, labor que hace sin darse cuenta cuando va buscando alimento, por ejemplo depositando semillas no digeridas en sus heces. Con sus largos desplazamientos, los jabalíes barbudos dispersan las semillas a lo largo de grandes distancias, contribuyendo positivamente a la biodiversidad del paisaje.
El jabalí barbudo, de dieta omnívora, también come hongos, invertebrados, pequeños vertebrados como lagartos y ratones, e incluso carroña.
El jabalí barbudo no tiene muchos enemigos naturales. El tigre puede bien cazar individuos grandes, pero es dudoso que la pantera nabulosa se arriesgue a sufrir severas lesiones por intentar capturar a un jabalí barbudo adulto cuyos afilados colmillos (caninos inferiores) pueden alcanzar los 25 cm de largo.

Jabalíes verrugosos de Filipinas (Sus philippensis, Sus cebifrons)
En el gran archipiélago de las Filipinas, compuesto a su vez por otros archipiélagos, existe varias especies de cerdos salvajes, pero los más conocidos son el "jabalí verrugoso de las Filipinas" y el "jabalí verrugoso de las Bisayas (o Visayas)", Sus philippensis y Sus cebifrons respectivamente.
El primero de los mencionados es, con diferencia, el más extendido; endémico del archipiélago, está presente en islas como Luzón, Mindoro, Samar o Mindanao. Se trata de un jabalí de tamaño medio.
El otro está restringido únicamente a algunas islas del archipiélago de las Bisayas (Filipinas).
Ambas especies están claramente diferenciadas de Sus barbatus, el jabalí barbudo del que hablé antes, y que en Filipinas parece que hay de él raros registros (archipiélago Sulu).

Jabalí verrugoso de Célebes (Sulawesi) (Sus celebensis)
Otro jabalí que presenta verrugas faciales, difundido por Célebes (Sulawesi en malayo) y otras islas próximas, en diversos hábitats pues se trata de un cerdo altamente adaptable. Efectivamente, al jabalí de Célebes se le encuentra aquí y allá, desde bosques lluviosos a praderas y áreas de cultivo, y en todas las altitudes.
De dieta esencialmente omnívora, el cerdo de Célebes come de todo: raíces, frutos caídos, invertebrados, pequeños vertebrados, y también carroña; se alimenta durante el día, a primera hora de la mañana y al atardecer.
Sus celebensis es un suido de tamaño más bien pequeño, de un peso corporal de entre 40 y 70 kg, con machos más grande que hembras como suele ocurrir en estos animales.
Se ha teorizado sobre la posible domesticación de este cerdo antes del Neolítico.