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EL CERDO VIETNAMITA

Glosario
Cerdo vietnamita - Orígen del cerdo vietnamita - Descripción del cerdo vietnamita - Problemática del cerdo vietnamita - Fotos de cerdos vietnamitas asilvestrados
Hermoso ejemplar de cerdo vietnamita Sus scrofa domestica var. vietnamita.

El cerdo doméstico, en sus numerosas razas y variedades repartidas por todo el mundo, es un descendiente del jabalí, tanto del europeo como de las subespecies asiáticas. Los cerdos domésticos abundan en muchos países asiáticos, en los que estos animales constituyen un elemento indispensable para su economía, tal es el caso de Vietnam, uno de los mayores productores de razas porcinas del mundo, sólo superado por China (primer productor/exportador) y Rusia.

ORÍGEN DEL CERDO VIETNAMITA
Vietnam es un país esencialmente rural, con una economía nacional sustentada principalmente en la agricultura y la producción animal. En este contexto, es fácil entender que el cerdo doméstico juegue un papel fundamental como proveedor de carne y alimento. En Vietnam se cuentan varias razas porcinas, todas ellas locales, algunas quizás en una situación vulnerable, mientras que otras, como la norteña Mong Cai, cuyo aspecto recuerda mucho al de las razas propias del Sur de China (bicolores -manchas blancas y negras-, lomo cóncavo o combado y barrigones), están ampliamente extendidas en el medio rural. De entre las varias razas vietnamitas nativas que viven en el país, sólo una ha logrado expandirse más allá de las fronteras de Vietnam para convertirse en una popular mascota en muchos países.
El cerdo vietnamita que conocemos, originario de la región del delta del Río Rojo, en el norte del país, es una raza doméstica local. La gente del país (y de otros de clima tropical) prefiere las razas locales antes que las exóticas (como las comerciales Landrace, Duroc o Hampshire, más conocidas para nosotros) debido a las ventajas que les reportan: mayor adaptación a condiciones adversas, más resistencia a extremos térmicos, y mayor resistencia también a enfermedades de tipo infeccioso, que en sistemas de explotación intensivos (diferentes a los más tradicioneales que se siguen aplicando en China y Vietnam) pueden causar estragos. Las razas locales vietnamitas, además, son muy prolíficas y sus camadas suelen ser numerosas.
Durante mucho tiempo, la llamada "raza I", de la cual procede nuestro cerdo vietnamita, fue la más común y extendida en el norte de Vietnam, hasta que en los años setenta del siglo XX empezó a ser reemplazada poco a poco por otra que todavía resultaba más productiva, la raza Mong Cai. Entonces nuestro cerdo vietnamita comenzó a estar en regresión, aunque curiosamente, fuera de su país, adquirió una enorme popularidad como animal mascota, comercializándose durante un buen tiempo en EEUU y varios países de Europa, si bien no siempre y en todos los casos como raza pura, lo que puede explicar algunas variaciones que han presentado a veces estas criaturas.

DESCRIPCIÓN DEL CERDO VIETNAMITA (raza I)
Es un cerdo doméstico de granja, científicamente conocido como Sus scrofa domestica var. vietnamita.
Macho de cerdo vietnamita; los machos son curiosos y activos.
Son más corpulentos que las hembras, de mayor alzada y con el cuello más erguido.
Hembra de cerdo vietnamita.
Las hembras son más tranquilas y tímidas que los machos.

Con frecuencia se le considera una raza enana porque su tamaño es inferior al de las razas de cerdo doméstico que mejor conocemos (las europeas: cerdo ibérico, Pietrain, Landrace, Yorkshire, etc), sin embargo en ocasiones puede alcanzar un tamaño considerable, superior a 100kg, por lo que no debería considerarse, en rigor, "minipig" o "cerdo enano", porque no lo es. Las formas enanas de esta raza se logran a costa de alimentar escasamente al animal ya desde sus primeros días de vida, lo que puede ser cuestionable éticamente, además de que por esa razón su longevidad es mucho más corta, de unos 5 años, frente a los 10-15, o incluso más, que puede llegar a vivir un porcino vietnamita bien alimentado.
Normalmente, sin obesidad, el animal pesa unos 50-60 kg, similar al peso de un potamocero africano (Potamochoerus porcus).
Su capa de pelaje es oscura, de color negro o negruzco, con pelo ralo y corto, y de apariencia lustrosa. A veces muestra otras coloraciones: gris o bicolor (manchas blancas y negras).
Las manchas blancas varias veces suelen reducirse a partes concretas del animal: morro, patas (cada una de ellas, anteriores y posteriores) y rabo, en total seis, "capa negra con seis puntos" al estilo de los cerdos de la raza inglesa Berkshire.
Arriba, cerdos vietnamitas mostrando algunas pocas manchas blancas en su capa negra

También son posibles cerdos vietnamitas que muestren una abundante presencia de color blanco en su capa, incluso totalmente blancos. Estos animales con tanto blanco en su capa están relacionados, o descienden, de individuos seleccionados por su coloración y variedad genética para lograr ser más llamativos, probablemente con fines comerciales.
Estos cerdos vietnamitas presentan una capa casi totalmente blanca que no les protegerá demasiado frente a los rayos solares en verano

El cerdo vietnamita tiene el cuerpo robusto, con extremidades cortas (más fuertes de lo que aparentan), vientre descolgado (o sea, barrigón, de ahí su nombre inglés "vietnamese potbellied") y rabo recto, no en tirabuzón como muhas razas de cerdo lo tienen. Ese rabo es corto y acabado en brecha. El morro es ancho y más bien corto, aunque puede haber cerdos que lo tengan corto y otros también pero no tanto, un poco más largo. Las orejas las tiene rectas o derechas (no caídas), como buenos cerdos asiáticos que son, y cubiertas de pelo.
Los individuos obesos pueden presentar un cierto aspecto grotesco, con una notable papada, una barriga que puede casi rozar el suelo, y muchos pliegues en el cuerpo y cara. La obesidad es uno de los grandes problemas de salud que puede afectar al cerdo vietnamita, particularmente si vive cautivo como mascota en una vivienda; los cerdos vietnamitas asilvestrados, o en régimen de semilibertad, no la suelen presentar, al menos no tanto (estos animales tienden siempre a engordar) porque son más activos, sin caer en el sedentarismo (éste, apoyado por una mala dieta, es el orígen de la obesidad, y también de otros problemas como deformación de las pezuñas por sobrecrecimiento de ellas), se mueven, comen pero también gastan.

El cerdo vietnamita es un animal muy inteligente, con una inteligencia similar a la de un perro.
En su tierra natal le gusta deambular por zonas fangosas y pantanosas, para las que está muy bien adaptado, comiendo plantas acuáticas.
En las dos fotos de arriba, soberbio macho de capa negra
Arriba, hembra de cerdo vietnamita.

ALGUNOS DATOS SOBRE EL CERDO VIETNAMITA
Longevidad
El cerdo vietnamita puede llegar a vivir un máximo de 25 años, pero generalmente viven unos 10-15 años.
La pubertad la alcanzan muy pronto, a los 3-4 meses los machos, y a los 3-6 meses las hembras.
Ya a temprana edad es fácil ver a algunos machos intentando montar todo lo que se mueve, tal como se aprecia en la siguiente foto
El cerdo vietnamita es poliéstrico, es decir que tiene ciclos reproductores durante todo el año, como los demás cerdos domésticos, pero diferente del jabalí que sólo tiene uno anual. La gestación dura unos 114 días, y la camada, que es numerosa, consta de 5-15 crías, comúnmente entre 6-10.
Para el cerdo vietnamita la temperatura ideal está entre 15 y 25 grados; cuando la temperatura alcanza o supera los 30 grados, el cerdo se retira a la sombra.
Humedad ambiental de 50%.
Para el cerdo vietnamita el agua constituye un elemento fundamental en su vida, y resultaría en vano buscarlo lejos de ella, lo mismo que también pasa con el jabalí, por eso los cerdos vietnamitas asilvestrados, los que viven salvajes, prosperan en las áreas fluviales, en bosques de ribera, en planicies aluviales o siguiendo cursos de agua. En España se los ha encontrado con frecuencia en estos ambientes, como en el Parque Fluvial del Manzanares, en Madrid, o en humedales de Valencia, por poner sólo dos ejemplos.
Los cerdos vietnamitas aquí ilustrados han sido fotografiados la mayor parte en la ribera del río Besós, en la provincia de Barcelona, más allá del parque fluvial, en régimen de semilibertad, en una zona muy próxima al Parque Natural de la Sierra de Marina en la que abundan los jabalíes, de hecho varios lugareños dicen haber visto jabalíes hozando junto a porcinos vietnamitas, y algunos incluso afirman haber visto híbridos de ambos.
Un cerdo vietnamita avanza junto al paso del río Besós
Cerdo vietnamita cerca del río, con patos salvajes al fondo

Los cerdos vietnamitas se echan en los charcos, se refrescan con el agua, y en sus baños de barro se protegen, además, de los molestos insectos, lo mismo que hacen también los jabalíes y otros tantos suidos. En este sentido las áreas fluviales les ofrecen muchas posibilidades: alimento, agua y refugio.
Un magnífico ejemplar negro de cerdo vietnamita en las llanuras aluviales del río Besós.

PROBLEMÁTICA DEL CERDO VIETNAMITA
El asilvestramiento del cerdo vietnamita y su posible cruce con el jabalí dando lo que se viene llamando "cerdolí", "jabamita" o "porcoril", constituye la gran problemática que plantea este animal. Los primeros híbridos en España se constataron en el año 2007 y desde entonces el fenómeno no ha hecho más que expandirse.
Para José Alfonso Abecia, catedrático de Producción Animal en la facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, el problema es grave pero tampoco tanto: según él, sí es verdad que estos animales, asilvestrados, destrozan huertos y campos, pero ve poco probable que lleguen a desplazar a otras especies (en relación al jabalí, Abecia opina que la alta población de jabalíes en los montes de España hace que el cerdo vietnamita no pueda competir con él, al menos de momento). El catedrático también le quita dramatismo a la aparición de los híbridos de cerdo vietnamita y jabalí, porque, según él, estos híbridos son esencialmente similares a los que se han producido entre jabalíes y cerdos blancos cuando éstos se criaban de forma extensiva. Por lo demás, señala Abecia, el cerdo vietnamita tiene el comportamiento propio de cualquier otro porcino, sin ninguna particularidad especial (la única, tal vez su tamaño, menor que la de la mayoría de los cerdos domésticos).
José Alfonso Abecia sí deja claro, sin embargo, que el cerdo vietnamita no es un animal apto para tenerlo como mascota en una vivienda. Y tal vez esto último sea la clave del problema.
En España los cerdos vietnamitas fueron animales inicialmente adquiridos por sus propietarios legalmente como animales de compañía, en los dominios de una moda pasajera; transcurrido un tiempo, algunos de aquellos propietarios, en una muestra de gran irresponsabilidad por su parte, decidieron abandonarlos, quizá porque se asustaron del tamaño que iban alcanzando (nada que ver con los "minipigs" que en su día, desinformados, creyeron comprar) o quizá sencillamente porque se cansaron del animal.
Abandonados y solos en el campo abierto, los cerdos vietnamitas, animales inteligentes, tanto como lo son nuestros más estimados perros, son las verdaderas víctimas de toda esta situación que las Administraciones no supieron prever, por lo que sería justo que cualquier solución que se aplique para ellos tenga siempre en cuenta esta realidad.

Seguidamente fotos que he tomado de cerdos vietnamitas